lunes, 11 de junio de 2012

POEMAS DE MARÍA BENEYTO

Estos poemas los guarde hace mucho tiempo , no he podido encontrarlos ahora para ver si están bien copiados , por lo que podrían estar mal  o haber alguna palabra mal escrita , si alguien los tiene y hay algo mal agraceré la información :

                                                                                                                                                                OTRO NOCTURNO

El viento asoma sus zarpas
por debajo de mi puerta
destrozando viejas arpas
sobre la calle desierta,
y hay perros aulladores
en el concierto invernal
que asisten con sus clamores
          a un funeral
extraño, de hojas y flores.

El insomnio está a mi lado
agitando sus campanas,
llenando de viento helado
y de noche, mis ventanas.
Pues ¿ Cómo dormir, Dios mio,
si a otros mejores que yo
los alimenta el vacío
      si se quedó
para otros , fuera, el frío...?

          ORACIÓN IMPRESCINDIBLE

Aquí, Señor, he puesto
mi profunda vergüenza, de rodillas.
Porque maldije junto a tibias flores
y me quejé y clamé, desdes mi isla.
Porque me permití llamar " dolor" mi espina
y elevé a gritos dudas miserables,
y alguna vez he dicho oscuramente "angustias"
para no nombrar mi triste inconsciencia
creyéndome vasija de algo inmenso...

Y yo he sido un muerto de la guerra
casi niño, Señor, que se dejase
en la alambra su verdad viviente.
No he cerrado en prisiones mi inocencia,
ni bajo el huracán he sido brizna,
ni he parido, ni sé cómo es la sangre
de la tortura cuando todo es rojo.

Caían entre el fuego , bajo el agua,
y yo no sé qué luz les cegaría
o qué sombra profunda les velaba
No he sido madre cuando muere el hijo,
ni sediento en desierto sin oasis,
ni hambre mortal me puso el cuerpo tenso
al borde mismo de tinieblas hondas.

No he sido aquella niña a quien pusieran
traje de comunión para la muerte
queriendo ella - tan intensamente-
quedarse a ver la feria.
Ni siquiera está en mí la enfermedad , la herida,
cuando araño con voces destempladas
su silencio tenaz
desde mi vida ajena , resguardada,
distante del leproso y de los ciegos
mientras hay manicomios y prostíbulos
y hubo una cruz, Señor, para tus brazos
y está la primavera floreciendo...

Aquí , Señor, he puesto
mi profunda vergüenza, de rodillas.
Mi plenitud iba insultando a muertos,
a incurables, heridos, sentenciados....

Alarga tu perdón hasta la queja injusta,
Señor, y ahora, en primavera,
acoge es tumulto victorioso
que te da gracias por la vida mía.

          CRIATURAS MÚLTIPLES

Ni siquiera yo sé porqué me vive
la vida, este aluvión de torpes luces
en criaturas reunidas, aguas
que vienen a mezclarse el caudal mío.

¡Soy yo tantas mujeres en mí misma!
¡Están viviendo en mi tantas promesas,
 tanta desolación y amargura,
tanta verdad que no me pertenece!

tengo la vida demasiado ciega
con recuerdos-¿ de dónde?- que me agobian,
con nostalgias profundas-¿ de qué cimas ?-
¡ y mi voz, viene a veces de tan lejos!

¿Cómo conozco de la hembra estéril
el clamor, en mi sangre no iniciada?
¿Qué mujer , madre, esposa , compañera,
habla al varón en mí de la esperanza?

¿Qué caminante lúcida detiene
 en mís pasos su andar de peregrino
 y se acoge al origen , a mi orilla
junto a alimañas, árboles y ríos?

¿Vago de raza de mujer triste
con todas las tristezas silenciadas,
las que callar la palabra exacta
del amor y me empujan a decirla?

¿ Quién me ha ordenado ineludiblemente
hablar con voz ajena a mi silencio,
presintiendo, crecida o recordando,
existiendo a la vez de tantos modos?

Yo, múltiple, plural, amigos míos,
no soy nada. Soy todo. Soy aquella
que se quejaba a Dios de no ser río
y ser mar, ser clamor y no palabra,
ser calle de ciudad y no sendero,
ser colmena y no ser única abeja.


  GUERRA CIVIL

Nos decían : " es la guerra"
Padecía divertido
como un juego inenarrable
sobre un clima de misterio.

Y la guerra se hizo himno
de energías impacientes
y la muerte tuvo manos
blandas, tiernas, manos limpias.

Los mayores lo lograban.
" van al frente" . Cantimploras,
mantas, cascos, nuestra envidia
como un perro, por sus huellas

los dos brazos de la madre
se llevaron, sus latidos.
Un esfuerzo de la sangre,
de la extraña removida.

" Vas al frente" ( Algo roto.
Calcetines para el frío,
pura luna , punto a punto
macerados por el ansia)

y mi padre. Por su orgullo
resbalaba un llanto leve.
" van al frente. Sus dos hombres"
y la música crecía.

Era mágico el momento,
fuera de órbita, candente.
Nos salíamos de madre,
invadíamos la vida.

( Y después los hospitales,
bombardeos, nuevos miedos
y más tarde el negativo
de la llama jubilosa)
Pero entonces todo era exaltada maravilla
en la vida que empezaba
siendo muerte recién viva.


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