Ojala siguieras estando conmigo! te echo de menos cada día cada minuto, cada segundo, aunque sé que siempre lo estás . :
Si acaso estuviera mi padre a mi lado,
podría agradecerle su preocupación por mí,
sus tiernas caricias que , no escasas, sinceras sentí.
Si acaso tuviera a mi padre conmigo
le daría las gracias por estar aquí,
le agradecería mis grandes tristezas,
sus sabios regaños, sus muchos consejos
y los grandes valores que sembró en mi.
Si acaso estuviera mi padre a mi lado
podríamos charlar como antaño fue
de cuando me hablaba de aquello del árbol
que debe ser fuerte y saber resistir
prodigar sus frutos, ofrecer su sombra,
cubrir sus heridas, forzar sus firmezas,
y siempre seguir.
Si acaso tuviera a mi padre a mi lado
le daría las gracias por haberme engendrado.
EN PAZ
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos , ni pena inmerecida,
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
Que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fuer porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
.....Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡ mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
más no me prometiste tan sólo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas.....
Amé fui amado, el sol acarició mi faz.
¡ Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
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