viernes, 11 de mayo de 2012

FEDERICO GARCÍA LORCA

Voy a seguir con Lorca un poquito más:

         SI MIS MANOS SUPIERAN DESHOJAR ( 10 Noviembre ,1919, Granada)

Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas
y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas
yo pronuncio tu nombre
en esta noche oscura
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
 tiene mi corazón?
si la niebla se esfuma,
¿ qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!!

       EL DIAMANTE (Noviembre 1920, Granada)

El diamante de una estrella
ha rayado en hondo cielo,
pájaro de luz que quiere
escapar del universo
y huye del enorme nido
donde estaba prisionero
sin saber que lleva atada
una cadena en el cuello.

Corazones extrahumanos
están cazando luceros,
cisnes de plata maciza
en el agua del silencio.

Los chopos niños recitan
su cartilla; es el maestro
un chopo antiguo que mueve
tranquilo sus brazos muertos.
Ahora en el monte lejano
jugaran todos los muertos
a la baraja.¡ Es tan triste
la vida en el cementerio!

¡Rana, empieza tu cantar!
¡Grillo , sal de tu agujero!
haced un bosque sonoro
con vuestras flautas . Yo vuelo
 hacia mi casa intranquilo.

Se agitan en mi cerebro
 dos palomas campesinas
y en el horizonte ,¡lejos!,
se hunde el arcaduz del día
¡Terrible noria del tiempo!

        ALBA (Abril 1919, Granada)

Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.

La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no de sentir mi carne
el calor de tu mirada!

¿ Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.

HAY ALMAS QUE TIENE....(8 enero 1920)

Hay almas que tienen
azules luceros,
mañana marchita
entre hojas del tiempo,
y castos rincones
que guardan un viejo
rumor de nostalgias
 y sueños.

Otras almas tienen
dolientes espectros
de pasiones .Frutas
con gusanos . Ecos
de una voz quemada
que viene de lejos
como una corriente
de sombra. Recuerdos
vacíos de llanto
y migajas de besos.

Mi alma está madura
hace mucho tiempo,
y se desmorona
turbia de misterio.
Piedras juveniles
roídas de sueño
caen sobre las aguas
de mis pensamientos.
Cada piedra dice:
" ¡Dios está muy lejos!"


    EL LAGARTO VIEJO (20 de junio 1920)

En la agostada senda
he visto al buen lagarto
( gota de cocodrilo)
meditando.
Con su verde levita
de abate del diablo,
su talante correcto
y su cuello planchado,
tiene un aire muy triste
de viejo catedrático,
¡esos ojos marchitos,
de artista fracasado,
cómo mira la tarde
desmayada!

¿ Es este su pasado
crepuscular , amigo?
Usad bastón, ya estáis
mi viejo , Don Lagarto,
y los niños del pueblo
puedes daros un susto
¿Qué buscáis en la senda,
filósofo cegato,
si el fantasma indeciso
de la tarde agosteña
ha roto el horizonte ?

¿Buscáis el azul limosna
del cielo moribundo?
¿Un céntimo de estrella?
¿ O acaso
estudiasteis un libro
de Lamantine, y os gustan
los trinos platerescos
de los pájaros?

(Miras al sol poniente,
y tus ojo relucen,
¡ Oh dragón de ranas!
con un fulgor humano.
Las góndolas son remos
de las ideas, cruzan
el agua tenebrosa
de tus iris quemados. )

¿ Venís quizá en la busca
de la bella lagarta,
verde como los trigos
de mayo,
como las cabelleras
de las fuentes dormidas,
que os despreciaba, y luego
se fue de vuestro campo?

¡Oh dulce idilio roto
sobre la fresca juncia!
¡Pero vivir!, ¡qué diantres! ,
me habéis sido simpático.
El lema de "Me opongo
a la serpiente" triunfa
en esa gran papada
de arzobispo cristiano.

Ya se ha disuelto el sol
en la copa del monte,
y enturbias el camino
los rebaños.
Es hora de marcharse,
dejad la angosta senda
y no continuéis
meditando.

Que lugar tendréis luego
de mirar las estrellas
cuando os coman sin prisa
los gusanos.

¡Volved a vuestra casa
bajo el pueblo de grillos!
¡Buenas noches, amigo
Dos Lagartos!

Ya está el campo sin gente,
los montes apagados
y el camino desierto;
solo de cuando en cuando
canta un cuco en la umbría
de los álamos.


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