jueves, 31 de mayo de 2012

RAFAEL DE LEÓN " LA PROFECÍA" Y " PENA Y ALEGRÍA DEL AMOR"


La profecía me llamó la atención desde la primera vez que la oí recitar en la tele cuando era pequeña y me sigue gustando:

 Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes.
Y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera , en mi caso,
se hubiera echado a llorar;
yo, cruzándome de brazos,
dije que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro,
ni liarme a maldiciones,
ni quebrar con suspiros
los vidrios de  tus balcones.
te has casado? ¡ Buena suerte!
Vive 100 años contenta
y a la hora de la muerte
 Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los altares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi " mare"
que no te guardo rencor,
porque sin ser tu marido
ni tu novio , ni tu amante,
yo soy quien más te ha querido:
¡ con eso tienes bastante!

-¿ Qué tiene el niño , Malena ?
Anda como transtornao;
le encuentro cara de pena
y el colorcillo quebrao,
ya no juega a la trompa,
ni tira piedras al río,
ni se destroza la ropa,
subiéndose a coger nidos.
¿No te parece a ti extraño?
¿No es una cosa muy rara
que un chaval de doce años
lleve tan triste la cara?
Mira que soy pero viejo ,
y estás demasiao tranquila.
Si quieres que te de un consejo,
vigila mujer, vigila....

Y fueron dos centinelas
los ojillos de mi madre.
-Cuando sale de la escuela
y se va por los olivares.
-¿Qué busca allí?
-Una niña
tendrá la misma edad que él.
José Miguel  no le riñas,
que está empezando a querer.
Mi padre encendió un pitillo,
se informó bien de tu nombre,
y te compró unos zarcillos,
a mi, un pantalón de hombre.
Yo no te dije " te adoro ",
pero amarré a tu balcón
mi lazo de seda y oro
de primera comunión.
Y tú , fina y orgullosa,
me ofreciste en recompensa
 dos cintas de color rosa
que engalanaban tus trenzas.

-Voy  a misa con mis primos.
Bueno, te veré en la ermita.
¡Y qué serios nos pusimos,
al darte el agua bendita!
Mas, luego, en el campanario ,
cuando rompimos a hablar:
" Dice mi tita Rosario
que la cigüeña es sagrá ...
y el colorín y la fuente,
y las flores y el rocío,
y aquél torito valiente
que está bebiendo en el río.
Y el bronce de esa campana,
y el roció de los montes,
y aquella raya lejana
que le llaman horizonte.
¡Todo es sagrado! tierra y cielo,
porque todo lo hizo Dios.

-Qué te gusta más?
- Tu pelo
-¡Qué bonito te salió !
Oh! y la boca y tus brazos
y tus manos redonditas,
y tus pies, fingiendo el paso
de la paloma zurita.

Con la blancura de un copo
de nieve te comparé.
Y te revestí de piropos
de la cabeza a los pies.
A la vuelta te hice un ramo
de Pitiminí precioso,
y luego nos retratamos
 en la agüitas de un pozo.
Y hablando , de esas pamplinas
que se inventan las criaturas,
hasta que llegamos a tu esquina
cogidos de la cintura.
Yo te pregunte: ¿ en qué piensas?
tu dijiste: - en darte un beso.
y yo sentí tal vergüenza
que me caló hasta los huesos.

De noche , muertos de luna,
nos vimos por la ventana.
- Mi hermanillo esta en la cuna;
le estoy cantando una nana:
" Hay quítate de la esquina chiquillo loco,
que mi madre no quiere
y yo tampoco y yo tampoco"
Y mientras que tú cantabas,
yo inocente, me pensé
que la nana nos casaba
como a marido y mujer.
¡Pamplinas! ¡ figuraciones
que se inventan los chavales!

Después la vida se impone:
tanto tienes tanto vales...
por eso yo, al enterarme
que llevas un mes casada,
no dije que iba a matarme
sino ¡que me daba igual!
Mas, como es rico tu dueño,
te vendo esta profecía:
" Tu cada noche,
en tus sueños,
soñaras que me querías,
y recordaras la tarde
que tu boca me beso
y te llamaras ¡ cobarde!
como te lo llamo yo.
Y verás , sueña , que sueña
que me morí siendo chico
y me llevo un cigüeña
su corazón en el pico...
Pensarás :no es cierto nada;
yo sé que lo estoy soñando.
Pero allá en la madrugada
te despertarás llorando
por el que no es tu marido
ni tu novio, ni tu amante
sino ¡el que más te ha querido!
¡Con eso tengo bastante!


       PENA Y ALEGRÍA DEL AMOR

Mira como se me pone
 la piel , cuando te recuerdo.
Por la garganta me sube
un río de sangre fresca,
de la herida que atraviesa
 de parte aparte mi cuerpo.
Tengo clavos en las manos,
y cuchillos en los dedos,
y en la sien una coraza
hecha de alfileres negros.
Mira cómo se me pone
la piel cuando recuerdo
que soy un hombre casado...
! y sin embargo , te quiero!
Entre tu casa y mi casa
hay un muro de silencio;
de ortigas y de amapolas,
de cal de arena y de viento,
de madre selvas oscuras
y de vidrios en acecho.
Un muro para que nunca
lo pueda saltar el pueblo,
que anda rondando la llave
que guarda nuestro secreto.
Y yo bien sé que me quieres,
y tú sabes que te quiero,
y lo sabemos los dos,
y nadie puede saberlo....
¡Ay que pena, penita , pena,
de nuestro amor en silencio!
¡Ay que alegría , alegría
quererte como te quiero!
Cuando por la noche a solas,
me quedo con tu recuerdo,
derribaría la pared
que separa nuestro sueño.
Rompería con mis manos
de tu cárceles los hierros
con tal de verme a tu lado,
tormento de mis tormentos,
y te estaría besando
hasta quitarte el aliento.
Y luego...¡qué se me da
quedarme en tus brazos , muerto!...

¡Ay qué alegría y qué pena
quererte como te quiero!
Nuestro amor es agonía ,
lucha, angustia, llanto, miedo,
muerte, pena, sangre, vida
luna, rosa, sol y viento.
Es morirse a cada paso
y seguir viviendo, luego,
con una espada de punta
siempre prendida del techo.
Salgo de mi casa al campo
solo con tu pensamiento,
para acariciar a solas
la tela de aquel pañuelo
se  te cayó un domingo
cuando venías del templo,
y que no te he dicho nunca,
mi vida, que yo lo tengo;
y lo aprieto entre mis manos
lo mismo que un limón nuevo
y miro tus iniciales,
y las repito es silencio
para que ni el campo sepa
lo que yo te estoy queriendo...
Ayer , en la plaza Nueva,
- mi vida no vuelvas a hacerlo-
te vi besar a mi hijo
a mi hijo el más pequeño,
y como le besarías
¡Ay virgen de los remedios!
que fue la primera vez
que tú me diste un beso.
Llegue a mi casa corriendo
alcé mi niño del suelo
y, sin que nadie me viera,
como un ladrón en acecho,
en su cara de amapola
mordió mi boca tu beso,

¡Ay , que alegría y que pena
quererte como te quiero!
Mira: pase lo que pase,
aunque la tierra se abra
aunque lo sepa tó el pueblo
y ponga nuestra bandera
de amor a los cuatro vientos,
¡Sigue queriéndome así
tormento de mis tormentos!
¡Ay , qué alegría y que pena
quererte como te quiero !
                                          
                                        Dedicada a JOSÉ GONZÁLEZ MARÍN que pena que tanto amor no se pudiera mostrar al mundo , que pena no poder vivirlo ,que pena !
                                                                                                    Nuestro amor es agonía
                                                                                                    lucha, angustia ,llanto  , miedo
                                                                                                    muerte, pena, sangre, vida
                                                                                                    luna, rosa, sol y viento


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